Las
8D: Ocho pasos para resolver problemas
¿Qué
son las 8D? Las 8D son las ocho disciplinas para la
resolución de problemas. Esta es una herramienta utilizada para hacer frente y
resolver algunos de los problemas que se dan con más asiduidad en las empresas.
Las 8D propone ocho pasos secuenciales que deberemos seguir para resolver con
éxito cualquier tipo de problema.
A este método también se le
denomina Resolución de problemas 8-D, G8D o Global 8D.
¿Cuáles
son los 8 pasos?
Los pasos a seguir ante la
aparición de un problema relevante son los siguientes:
D1: Formar un equipo de expertos que cubra todas
las funciones. Hay que ser consciente de que un problema debe ser
solucionado por gente que sepa del tema, por ello primeramente se debe crear un
grupo con las personas que tengan experiencia en la actividad en cuestión, que
puedan hacerse cargo de esta responsabilidad y que sean capaces de dar la
solución correcta.
D2: Definir el problema. Posteriormente se
debe realizar una descripción detallada del problema. Se pueden hacer uso de
otras herramientas como los 5 porqués o 4W + 1H (qué, cuándo, quién, dónde y
cómo).
D3: Implementar una acción provisional de
contención. Si el problema es realmente serio, antes de implantar la
solución definitiva (que podría tardar varios días), se propone poner una solución
rápida provisional que evite que el problema empeore hasta que esté lista la
solución definitiva.
D4: Identificar la causa raíz. Se deben
buscar las causas raíz que generaron la incidencia. Para llegar a la causa real
se puede hacer uso de varias herramientas
específicas de calidad que puedes encontrar en esta página. (Leer más sobre
Análisis de causa raíz).
D5: Determinar acciones correctivas. Así
como anteriormente se implantaron acciones provisionales para evitar que un problema similar surja de
nuevo mientras buscábamos la causa raíz, ahora deberemos determinar cuál va a
ser la acción correctiva (AC) definitiva que elimine la causa raíz del
problema. Esta etapa puede ser larga, y también influyen los recursos de los
que disponga la empresa, en ambos casos no hay que desistir.
D6: Implementar las acciones correctivas
permanentes. Una vez definidas las acciones correctivas, habrá que
implementarlas y tener un control para verificar que han sido eficaces y que no
que surge de nuevo el fallo.
D7: Prevenir que vuelva a aparecer un problema
similar. Ahora que ya sabemos cómo y dónde se producen el tipo de problemas
estudiados, podemos extrapolar este tipo de mecanismos a otros procesos
similares, evitando la nueva aparición de fallos similares.
D8: Reconocer los esfuerzos del equipo. Para
acabar, se recomienda felicitar o recompensar de alguna forma al equipo de
trabajo. Si se manejan bien estos procesos, aplicar esta metodología servirá
para aumentar la eficiencia de la empresa y para tener al personal más
implicado y contento con su trabajo.
Resultado:
Menos incidencias y mayor eficiencia en las actividades
El uso de las 8D permite la
mejora de productos, servicios y procesos, y establece una práctica
estandarizada a seguir. Básicamente, lo que se busca es centrarse en el origen
de cada problema mediante determinación de la causa raíz para así implantar
soluciones eficaces.
Esta herramienta es de gran
utilidad, pues se crea una estructura de trabajo sistematizada, se trabaja en
equipo y se consigue un enfoque común. Como consecuencia se mejoran los
sistemas de la organización, se optimiza el rendimiento y se previenen no
conformidades y fallos futuros.
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