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desperdicios y 5 pasos: Lean y Six Sigma
En el contexto
de la mejora de procesos, Lean y Six Sigma son dos metodologías que pueden
incluso trabajar en conjunto, pues tienen algunos puntos en común.
Pero es
importante no confundir sus conceptos ni terminar perdiendo el foco, al dividir
el esfuerzo de mejora del proceso entre Lean y Six Sigma, y terminar no
ejecutando correctamente ninguno de los dos enfoques.
En este
artículo, vamos a señalar las principales diferencias entre Lean y Six Sigma y,
a continuación, mostrar en qué exactamente se basan estas dos formas de
analizar procesos y promover su mejora.
Mejora
de Procesos con Lean y Six Sigma
Diferencia de enfoques:
menos desperdicio x más calidad
Estos dos
métodos de mejora de procesos, Lean y Six Sigma, presentan una diferencia
simple de entender y que es muy importante tener en cuenta al aplicar cualquiera
de los dos.
Incluso se
puede decir que a pesar de esa diferencia, las metodologías Lean y Six Sigma se
complementan.
El enfoque Lean tiene como objetivo hacer que los procesos sean más leves y ágiles,
disminuyendo el intervalo entre las actividades.
Como los
procesos se siguen en los ciclos de producción, al disminuir el tiempo entre
tareas, los ciclos serán más rápidos y ocurrirán más veces en el mismo
intervalo de tiempo.
Para alcanzar
esto, el método Lean tiene como objetivo la eliminación de desperdicios, que
detallaremos más adelante.
La metodología Six Sigma tiene el propósito de eliminar
defectos, con el objetivo de mejorar la calidad y atender mejor a los
clientes.
Para ello
cuenta con cinco etapas, que también vamos a explicitar a continuación.
Los 7
desperdicios que se deben evitar en un proceso Lean:
Al controlar
cada uno de esos desperdicios, y tratar de evitarlos, el proceso será cada vez
más leve y ágil.
1. Los defectos: cuando un producto o
servicio no cumple las especificaciones del cliente, además de poder crear la
pérdida del cliente, se creará un desperdicio para intentar reparar este error
o sustituirlo.
2. La
espera: cuando una
tarea del proceso no se hace porque la entrega anterior (un recurso,
información, autorización u otros) no ha ocurrido, es evidente que resultará en
retrasos y desperdicios.
3. El
talento no utilizado:
un recurso humano que no es bien aprovechado o que no es reconocido es uno de
los más graves desperdicios que puede suceder en una empresa.
4. El
transporte: siempre que
sea posible evitar el transporte, se debe hacerlo, instalando existencias cerca
del local de producción o el final de la línea de montaje contiguo a la sala de
expedición, por ejemplo.
5. El
inventario: Tener
demasiadas existencias, sin necesidad, es un desperdicio total de recursos que
podrían emplearse en otras actividades, además de crear gastos de
almacenamiento, seguros, alquiler y otras.
6. El
movimiento: el flujo de
información y recursos se debe optimizar, lo que además de disminuir riesgos,
hace la operación más ágil y hasta transparente, en algunos casos.
7. El
procesamiento extra: si
un cable eléctrico es suficiente con una cubierta de caucho de 1 milímetro para
su uso, producirlo con más que eso es un procesamiento extra e innecesario,
caracterizándolo como un desperdicio.
Las 5
etapas de Six Sigma:
Reducir los
defectos y garantizar un alto nivel de calidad. ¿Por dónde empezar?
La metodología
Six Sigma comienza definiendo donde la empresa necesita más eliminar los
errores y defectos, para luego proseguir con las demás etapas, vea:
1. Definir: descubrir qué procesos de la empresa
agregan más valor a la cadena productiva y deben presentar el mejor nivel de
calidad posible.
2. Medir: medir de forma objetiva y confiable el
desempeño de esos procesos.
3. Analizar: analizar las informaciones recogidas
para descubrir el origen – las causas de las inconformidades – para definir
dónde existen oportunidades de mejora.
4. Mejorar: corregir y prevenir los defectos
mediante la optimización de procesos.
5. Controlar: comprobar continuamente si las mejoras
implementadas realmente están trayendo los efectos deseados y comprobar si hay
nuevas oportunidades de optimización.
Sin duda,
practicar la mejora de procesos con Lean y Six Sigma utilizados de forma
complementaria puede traer resultados bastante satisfactorios.
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